Corresponsabilidad familiar: una necesidad creciente
- Natalia Alberti

- 18 jun 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 jul 2023
Por Natalia Alberti Angulo
La corresponsabilidad familiar es el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como la organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres.
Antiguamente los roles se encontraban muy delimitados: la mujer era la principal encargada de los quehaceres del hogar y de la crianza de los hijos y el hombre era el principal proveedor, saliendo a trabajar y ganar el dinero para mantener a toda la familia. Sin embargo, con el ingreso de la mujer a la fuerza de trabajo, esto se ha ido transformando y hemos pasado por un momento en que la mujer lo hacía todo: trabajaba afuera, trayendo dinero al hogar, y aún así seguía siendo la principal encargada de la casa y de la crianza. A pesar de poder tener o no ayuda en casa, ella era quien decidía qué se come, cómo se limpia, dónde están las cosas, entre otras decisiones y todo se le consultaba a ella.
Eventualmente, las nuevas generaciones de madres que trabajan han ido notando lo desgastante que es ser las encargadas de todo: a nivel mental, la carga del trabajo fuera de casa sumada a la carga de todo lo que implica tener en cuenta para mantener una casa y a los hijos; y también a nivel emocional, ya que la responsabilidad de sostener a los hijos en sus dificultades ha sido históricamente de la mujer. Este desbalance de las responsabilidades genera muchísimos conflictos en las parejas jóvenes heterosexuales en donde ambos trabajan.
Lo observo en parejas que tengo alrededor mío, en donde el hombre suele apoyarse en la mujer en temas tan básicos como conocer dónde se encuentran las cosas en su propia casa. Todos hemos escuchado la típica pregunta: “amor, ¿dónde está el arroz?” y yo me pregunto: el arroz cambia de sitio todos los días, o es que no hay espacio mental para acordarse de dónde se guarda. Parece entonces injusto que la mujer deba ser quien sostiene toda clase de información en su mente, pasando por nombre del mejor amigo del hijo, su fecha de la cita con el doctor, qué comida le gusta o disgusta, cómo le fue en el examen de matemáticas, además de cuándo ya es hora de llamar al jardinero, todo esto aparte del trabajo que hace fuera de casa.

Entonces, ¿cómo se fomenta la corresponsabilidad? primero que nada: información y educación. No desde la culpa, sino desde la curiosidad y ganas de aprender y generar cambios positivos. Una herramienta para realmente visualizar la cantidad de desequilibrio, puede ser hacer un listado de las tareas que realiza cada uno, desde lo que cada uno se acuerda y tiene pendiente hasta la misma realización de las tareas. Luego se puede partir con esa información para tomar decisiones y hacer una repartición que ambos consideren más justa. Entonces, la mujer tiene que dejar de hacerlo todo, y el hombre preocuparse por tener una real participación en su hogar y en la crianza de sus hijos.
Mi teoría es que hasta que las nuevas generaciones de hombres no observen que en sus casas realmente ambos padres colaboren, no vamos a ver un cambio real en este desequilibrio actual. Pero nuevamente, no me refiero a que la mamá le diga al papá qué hacer y él lo haga, sino que haya una co creación del hogar y de la crianza. Es decir que exista participación desde la iniciativa, la ideación y la planeación, pasando por la supervisión hasta la ejecución de las tareas.

















